La sexta parte de El Escudo del caballero:
Gregory se dirigió con decisión hacia la roca en la que estaba atada Mary. El chico le susurró al oído:
-Soy Gregory, soy invisible porque aquel ibis me ha hechizado. Cuando te cogieron esas criaturas que se llaman Partüger, ese fénix que se llama Garfuza, me protegió y me llevó a su guarida. El resto de criaturas también son aliadas, y hemos decidido atacar a los Partüger.
Gregory desató a Mary y le dijo que se ocultara detrás de la roca a la que había estado atada.
Él se dirigió hacia los Partüger, todavía con el hechizo de invisibilidad, alzó su espada y con ella eliminó a dos de sus enemigos. El resto de los de su grupo siguieron luchando, pero preguntándose qué era lo que había pasado para que dos Partüger se hubiesen dividido por la mitad sin que nadie que hubiesen visto los atacara.
Los Partüger lanzaban hechizos, uno le dio al centauro Suteph, y a su hermano Grock, al intentar protegerle, también le dio un hechizo.
Los bandos estaban bastante igualados, y la lucha parecía que iba a ser larga.
Mary estaba empezando a impacientarse, cuando alguien se comunicó con ella por telepatía:
Soy el ibis Abbem. Veo que estás aburrida y deseas atacar. Te voy a lanzar un hechizo de invisibilidad, cuando el hechizo surta efecto, coge una de las espadas que hay en el suelo y acaba con unos cuantos Partüger.
Cuando Mary era invisible, se dirigió hacia ellos y cogió una espada que había en el suelo.
Con ella atacó a otros Partüger.
A Gregory se le acabó el hechizo justo cuando acababa con un enemigo que miraba hacia otro lado. El ibis no le lanzó más hechizos porque un Partüger le había matado.
Quedaban doce de los Partüger y por parte de los buenos: el hipogrifo Borwood, el elfo Dabel, el fénix Garfuza, el unicornio Billiven, y los niños.
Mary atravesó a un malo que estaba a punto de acabar con Garfuza, al mismo tiempo que Gregory destruía a otro Partüger. Garfuza lanzó una llamarada por su boca que abrasó a otro enemigo. El elfo Dabel, que era el único de los que quedaba de los buenos que sabía lanzar un hechizo, hizo una lluvia de púas que acabo con cuatro del grupo de los Partüger. El hipogrifo Borwood clavó su pico en uno de los malos y aplastó con su pata a otro. El unicornio Billiven con su cuerno atravesó a un Partüger.
Sólo quedaban dos enemigos. De éstos se encargaron Gregory y Mary.
Una vez destruidos los Partüger, todos a los que éstos habían matado, resucitaron.
Así Garfuza volvió a ver a los compañeros que lucharon con él y que habían muerto batallando.
Hubo abrazos, hubo risas, hubo fiestas, pero Gregory y Mary tenían otras cosas que hacer, encontrar el trozo de escudo del bosque de Berel.
Se fueron adentrando en el bosque.
Mary dijo:
-Los sabios de Nimban creen que el trozo de escudo está un poco más hacia el norte.
-El norte está hacia allí –dijo Gregory señalando hacia su derecha.
-Pues vamos, hemos gastado mucho tiempo con los Partüger y en Nimban nos esperan.
La próxima semana: El escudo del caballero 7ª parte
7ª entrega de relatos
14 septiembre 2007
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